miércoles, 28 de octubre de 2009

Pese a todo, no destituiría a Pellegrini

Lo de ayer traspasa todos los límites de la tolerancia। Y lo dice un servidor, que ha visto al Madrid año tras año caer en la Copa con humillaciones, como aquel 6-0 en Mestalla hace diez años, el 4-0 en Mallorca, perder con equipos de 2º B como el Toledo o la temporada pasada frente al Real Unión. Incluso le he visto perder una final de Copa el mismo día que cumplía los primeros cien. Pero nunca había caído 4-0 frente a un equipo de 2º B, y menos de la manera en que lo hizo. Lo primero, antes de empezar a cortar cabezas en los medios, sería más digno felicitar al Alcorcón, que salió al campo sin complejos, jugando como ellos saben, presionando arriba al rival, y provocando la humillación más grande en la historia del mejor club del siglo XX.

Dadas las felicitaciones, es cuando en los medios se debía iniciar el linchamiento. Claro que la derrota no viene porque sí. Desde el inicio de la temporada se está viendo que el equipo no funciona, que apenas se conocen en el campo, y no parece que el entrenador esté destinando todos sus esfuerzos en conseguirlo. A esto se le añade la falta de actitud de algunos jugadores en el campo, como el caso de Benzema, que nunca trabaja en la recuperación del balón, ni siquiera cuando él mismo lo había perdido. Y esto es válido para otros jugadores como Van der Vart o Guti. Y para echar más leña al fuego, los propios Benzema y Guti llegaron tarde al entrenamiento el pasado lunes por liarse con el cambio horario. Y para más inri, supimos que el día antes del partido de ayer, el entrenamiento previsto por la mañana se aplazó a la tarde por la promoción de unos Audis. ¿Recuerdan la segunda etapa de Florentino? Pues se parece peligrosamente más a aquella etapa que a la anterior, la de los títulos.

En días como hoy en el que el madridismo está triste, es necesario que los dirigentes den explicaciones, más allá de la imagen vergonzosa que ofrecieron, que eso lo vimos todos. Quizá las doble sesiones sean una solución. Cualquiera menos destituir a Pellegrini. ¿Por qué? Pues es sencillo, mientras veía el partido repasé el número de entrenadores que ha tenido el Madrid desde que sigo el fútbol, desde la primera Liga de Capello hasta hoy: ¿saben cuántos han sido? Catorce entrenadores en doce años. Si no fuera por estas cifras, a Pellegrini lo largaría esta misma mañana, ya que al Madrid, entre otras cosas, le ha faltado mucha paciencia en ciertos momentos de crisis. Tal vez mantenerlo sea lo mejor por ahora, aunque lo único cierto es que se aspiraba al triplete, y la Copa parece estar perdida, en la Liga todo hace indicar que el Barça será el más regular nuevamente. ¿Y la Champions? Mucho habría que mejorar, aunque siempre nos quedará Cristiano…

miércoles, 21 de octubre de 2009

Una derrota intolerable

A los que me exigen un artículo del partido Madrid-Milán. No tengo absolutamente nada que decir, simplemente que estoy muy disgustado y apenado. Me uno al sentimiento madridista, que esta noche tendrá pesadillas con Patos y Pirlos. La mejor palabra que define el sentimiento madridista es cansancio:

Cansado de que el entrenador no dé con la tecla en la alineación।

Cansado de las excusas de los directivos y los jugadores, con el pretexto de que se trata de un equipo en construcción।

Cansado de que Benzema no dé pie con bola।

Cansado de que Kaká no se vaya ni de mi abuela।

Cansado de los cambios tácticos del entrenador।

Cansado de que Pellegrini no ponga de titular a Higuaín por Benzema।

Cansado de que este equipo lleve desde 2004 sin jugar decentemente al fútbol।

Cansado de gastar millonadas para que sea Casillas quien salve los goles y los meta Raúl।

Cansado de la mala suerte: nuestro mejor jugador, lesionado en un momento clave de la temporada।

Cansado de que la defensa sea incapaz de defender una jugada a balón parado, y ya, visto lo visto, tampoco con el balón en juego।

Cansado de no ver un partido tranquilo del Madrid, con dominio constante de inicio a fin।

Y cansado de otras muchas cosas que no diré porque hay niños delante.
Jugando así, barrunto otros 2-6 este año.

martes, 20 de octubre de 2009

Una derrota sana para el entorno blaugrana

1-2 en el Camp Nou y sorpresón। Vaya por delante que el Barcelona mereció ganar el partido de anoche frente al Rubin. Pero esta derrota no se puede considerar como algo casual. Ya se venía advirtiendo en este blog que el Barcelona estaba teniendo problemas para hacer goles, que con una plantilla tan corta los jugadores se podían resentir, y que los rivales poco a poco le van encontrando la forma de jugarle a los culés. Ya en Valencia mereció perder, y frente al Almería, antes del parón de la Selección, ganó 1-0 en casa dando una imagen bastante pobre. Con ello, no es de extrañar que en la Prensa empiecen a salir jugadores para reforzar al equipo en diciembre, entre ellos Robinho, jugador que en mi opinión, está completamente acabado, se dejó ir demasiado pronto. ¿Nerviosismo en Barcelona? Es pronto para hacer esta afirmación, y lo de anoche se puede interpretar como un accidente puntual, pero no estamos viendo este año un Barça con un juego colectivo solidario, la circulación del balón es mucho más lenta, la presión no es tan agobiante, y los más ventajistas empiezan a acordarse de la presión que ejercía Etoo sobre el ri val, algo कुए Ibrahimovic ni se plantea. A quien sin duda le va a venir bien esta derrota es a la prensa deportiva catalana, que desde mayo no cesan de hacer referencia en sus crónicas a la histórica temporada pasada con el triplete. Quizá a partir de ahora se empiecen a dar cuenta que ya ha empezado una nueva campaña, que todos parten de cero, que este año tendrán un rival en España y en Europa muy poderoso, y que a la mínima que se relajen los rivales le van a pasar por delante.
Y mañana un clásico europeo, los dos mejores equipos de Europa históricamente, que suman nada menos que 16 Copas de Europa: el Madrid-Milán en el Bernabéu, y si estos alicientes no son suficientes, se añade la presencia de Kaká contra su ex-equipo, el que le hizo grande, ganar incluso un Balón de Oro y el regreso de Ronaldinho a uno de sus santuarios donde se consagró como rey del mundo, arrancando incluso los aplausos de su público. De esto parece un mundo, cuando Ronaldinho aún se cuidaba. Para el Milán es un partido vital para su continuidad en la competición, después de su cantada en casa frente al Zurich, mientras que el Madrid se podrá tomar el partido con mayor calma, aunque sin llegar a la relajación, que ya sabemos como se las gastan los italianos. Un partido en el que el Madrid es favorito, pero intuyo tarde gris, pura sensación. No obstante, es un partido más importante de los que se cree, ya que para los blancos, este partido puede suponerles darse de alta en Europa, iniciar su reconquista en el Continente y ganarse el derecho a soñar con la Décima con demostraciones lícitas. Suerte.

domingo, 18 de octubre de 2009

Ninguno están para fiestas

Ganó el Madrid al Valladolid por cuatro goles a dos, en un partido nuevamente flojo de los blancos. Desde finales del mes de agosto en el que comenzó la competición, la verdadera ilusión que despierta este equipo es lo que se intuye que puede llegar a ser. Por eso cada jornada le esperamos que rompa a jugar, a conquistar corazones tal y como dice su Presidente. Pero realmente la excelencia no se ve por ningún lado, y después de casi 300 millones invertidos en fichajes este verano, los que salvaron ayer los muebles fueron Raul –siempre él- y “los chicos de Calderón” –Marcelo e Higuaín-. El equipo continúa desdibujado y el entrenador perdido. No se entiende muy bien la titularidad de un jugador como Van der Vaart, que este verano no contaba para el entrenador, los cambios de sistema cada jornada, la no titularidad de Higuaín –Benzema no está para jugar- o la inutilización de las bandas. Bien es cierto que ayer faltaron Cristiano o Kaka, pero si el Valladolid consigue hacer dos goles en el Bernabéu, la situación es más que preocupante.
Claro que el Campeonísimo Barça tampoco tiene motivos para la fiesta. Desde que se inició la temporada, ha tenido enfrente a dos grandes equipos –Inter y Valencia- y no ha conseguido la victoria, ni siquiera hacerles un solo gol. Si a este dato añadimos que su plantilla es más corta de lo que Guardiola piensa, la situación también se antoja inquietante. La sensación que tengo ahora mismo es que al Madrid le queda mucho por mejorar, tiene un amplio margen de mejora, mientras que el Barça es difícil que vaya a mucho más con una plantilla de escasos efectivos, y con unos rivales que ya van pillándole el truco al juego de los blaugranas –Almería, ayer Valencia, etc.-
Y además jugó también el Sevilla, que perdió en Riazor frente al Depor. ¿Vuelta a la teoría de la Liga de dos? Francamente, nunca dejé de pensar que la Liga sería de dos, pese a la victoria del Sevilla por 2-1 al Madrid. En una competición larga de 38 jornadas, Madrid y Barça apenas tendrán opositores. Eso no quiere decir que el Sevilla pueda hacer morder el polvo a los dos grandes a un solo partido, como ya ha quedado demostrado, pero habrá equipos de corte medio que le hará sufrir y mucho fuera de casa. Ayer fue un ejemplo. En definitiva, siete jornadas disputadas, y las diferencias entre los dos grandes es de un solo punto, quizá merecido, porque el Barça ha jugado algo mejor que el Madrid, pero ninguno está para fiestas. Esa es la gran verdad.
Y por cierto, ayer en La Sexta se retransmitió el Valencia-Barça, partido sin goles como saben. Resultado vacío, tal y como hoy nos sentimos los amantes del deporte tras la muerte de Andrés Montes. Hasta siempre compañero.

jueves, 15 de octubre de 2009

El Sevilla, un lustro por delante

El Betis consiguió hace cinco temporadas un puesto en la Champions a costa del Sevilla, que perdió en la última jornada frente al Málaga 0-2. Además, ese año el Betis se alzó con la Copa del Rey tras casi treinta años sin conquistarla. Pero lo que fue peor para el sevillismo, es que todo ello lo consiguió su eterno rival el año precisamente del centenario del Sevilla. De aquello han pasado ya hasta cinco temporadas, un lustro, en la 04/05. Aquello escoció y mucho. Fue considerado por los sevillistas como una humillación, una especie de Tratado de Versalles que dejó cao a los alemanes tras la I Guerra Mundial.
Se prometían años muy felices para la parroquia bética, que además gozaba de alguna de las perlas de nuestra selección, Joaquín, o uno de los delanteros más cotizados del momento, Ricardo Oliveira. Pero la temporada 04/05 supuso un punto de inflexión, el final de un ciclo y el inicio de otro. La temporada siguiente comenzó mal para los verdiblancos, los fichajes no eran los adecuados para enfrentarse a Liverpools y Chelseas, la directiva no invirtió lo suficiente, su Presidente incluso dejó de ir al palco y alguno de sus jugadores más punteros decayeron, bien en forma de lesiones (Oliveira) o bien en tener la cabeza en otro sitio, como en Madrid o Barcelona (Joaquín). Y al mismo tiempo, en el Sevilla las cosas se hacían de manera contraria: una directiva encabezada por Del Nido que nunca se vio superado por las circunstancias, una política de fichajes sobresaliente, cuyo gran abanderado fue Monchi. Así, mientras uno crecía el otro menguaba.
Una vez más la teoría de los vasos comunicantes, en el que parece difícil que los dos estén bien al tiempo, o mal al tiempo. ¿Por qué? ¿Por qué casualidad sus ciclos van a contrapié? No es exactamente casualidad. Es que cuando uno se destaca y anuncia un ciclo feliz, el otro entra en nerviosismo. Los pequeños problemas que pueda sufrir se convierten en grandes, le hacen ir aún peor, mientras que el que empieza bien gana en desenvoltura al ver cómo algo parecido a la histeria va atenazando a su permanente rival.
Cinco años que han dado para mucho: para dos UEFAS, una Copa del Rey y dos años en posiciones de Champions para el Sevilla, y catástrofe continua del Betis, que ha culminado en el infierno de Segunda. Y ni siquiera está claro que vaya a subir este año, visto lo visto. ¿El futuro? Al Betis no le queda otra que regresar cuanto antes a Primera, consolidar un buen proyecto y esperar a que el duende abandone al Sevilla. Pero para eso no hay que esperar milagros, es necesario que se invierta en un buen equipo, buenas instalaciones, y lo que es más importante, que se instale la paz social en el club. Una recuperación que puede tardar años, quizá un lustro, que es la distancia que el Sevilla mantiene con respecto al Betis.